Biolámina 100% de fibra natural que se obtiene a partir de residuos vegetales de zanahoria, naranja, coliflor, entre otros. Es un material 100% biodegradable y sin aditivos químicos que se empieza a compostar a partir del quinto día. Es susceptible de transformarse en empaque para alimentos secos.

Bioplástico a base de pectina y almidón 100% biodegradable, compostable y soluble en agua. Tiene una alta degradación natural, lo cual significa que se descompone biológicamente por la acción de microorganismos y acaba volviendo a la tierra en forma de productos simples que pueden ser reutilizados por los seres vivos. Dentro de sus aplicaciones está su uso como empaque o cobertura de productos secos.

Endulza bebidas calientes sin residuos, reduciendo la huella de carbono personal y cumpliendo con regulaciones ambientales. Cumple con la ley 2232 de 2022 que elimina los plásticos de un solo uso y la Resolución 1407 de 2018 sobre gestión de residuos, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y ofreciendo un ahorro del 30% en los costos del producto.

Baño en seco que funciona como una unidad de saneamiento básico y personal sostenible, la cual integra y provee todos los servicios encontrados en un baño tradicional conservando las características y costumbres culturales de una población específica. 

Método para la obtención de películas flexibles biodegradables obtenidas a partir de mezclas de almidón de yuca, plastificante, ácido poliláctico (PLA) y policaprolactona; las cuales pueden ser usadas como empaque en la industria agrícola y de alimentos.

la tecnología es una urna ecológica 100% biodegradable, fabricada a partir de fibras naturales que son reusadas de los residuos generados por el sector agroindustrial (coco, la piña, la caña y el cáñamo o mezclas de estas, y celulosa en matriz acuosa) y aglomerados naturales, adicionalmente su manufactura no emplea maderas o bambú, alimentos (almidones, gelatinas u otros) o sustancias químicas nocivas presentes comúnmente en el mercado actual, y su proceso de degradación no libera tóxicos gaseosos, líquidos o sólidos.